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A mi amigo Jordi

Vuela amigo, vuela

Hoy es un día triste, muy triste. A veces la vida, te juega estas malas pasadas. Por mucho que estés convencido de que en esta vida estamos de paso. Por mucho que trates de comprender que es un simple instante terrenal y es el alma quien constantemente evoluciona. El momento de la muerte de un amigo, jóven, muy jóven, es un mazazo. Especialmente por lo que conlleva este caso en concreto, que es tan personal que no puedo compartir.

Quizá el dolor más grande es pensar en esas dos preciosidades que aquí dejas. Y sí, es cierto que nuestra alma elige, adonde y con quién encarna en esta vida, porque en su propósito de evolución decide con qué padres y para qué.

No hay que buscar culpables pero a veces es duro observar a la vida a la que se enfrentan, pero supongo que tú ahora lo verás todo mucho más claro que yo aquí y tendrás la tranquilidad de conocer para qué, el alma de tus pequeñas, que seguramente ahora no entiendan nada, han elegido vivir la situación actual. Quizá porque por lo dura que es, tienen un alma tan preciosa.

Supongo que ahora estoy roto por el shock de algo tan inesperado, seguramente lo iré integrando y terminaré comprendiendo que la evolución de tu alma en esta vida llegó a su propósito, o quizá harto de debatirte entre tus luces y tus sombras, te has rendido y esperas a otra vida en la que te exijas menos.

Sea lo que sea, puedes estar tranquilo porque cumpliré aquello que me pediste. Por encima de todos los impedimentos que me pongan esas personas que han decidido deambular en las sombras, esa es su mochila, aunque me esté costando un auténtico esfuerzo aparcar el odio que me genera esa provocación constante, y que afortunadamente me exige el trabajo personal diario que a veces se hace tan cuesta arriba.

Aún doy gracias, porque cada vez que supero esa bajada de frecuencia a la que me empujan esas provocaciones, me hace alcanzar cotas mucho más altas de frecuencia. Pero hoy deambulo entre la rabia y la tristeza. Porque estabas consiguiendo salir de las sombras, y lo hacías por tus hijas. 

Yo sé que lo estabas intentando, y la intención proyecta la energía suficiente para conseguirlo. Sé también, que lejos de juzgar las conductas, que no dejan de ser terrenales y con cientos de influencias, tu alma cada vez se podía ver mejor, estabas limpiando esas aguas que tan turbias fueron en algún momento.

Realmente y a medida que avanzo, me doy cuenta que la tristeza no es por quien se va, porque tu ya ERES en este momento en estado puro, sino por quien se queda, pero estate tranquilo, porque la pureza de sus almas, por duros que sean los momentos a los que se enfrenten, les va hacer salir adelante y tienen suficiente fuerza, por lo vivido, para no dejar que se enturbien sus aguas.

Amigo Jordi, gracias por haber compartido algunos momentos. Hoy se lo he explicado a mi hija, y desde su inocencia, pero mucho más cerca de comprender el alma de lo que estamos los mayores, le he terminado explicando que tú estás bien, aunque en un plano diferente a lo que vemos. Ella entonces ha cambiado la carita y ha sonreído, eso me ha hecho sentir, que así lo ha sentido. 

De vuelta a su mundo, me ha dicho:
- Entonces ya no podrá venir a patinar?. 
- No hija, le he contestado.

Descansa en paz amigo. Nos seguimos acompañando. Al menos tu ahora tienes la suerte de poder constatar todo eso en lo que creo y te contaba y poco a poco empezabas a comprender. Esa energía.

Un abrazo eterno.

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