Este corto dirigida por los hermanos alemanes Wolfgang y Christoph Lauenstein, es una notable pieza de animación Stop Motion ganadora del Oscar al Mejor Corto de Animación en 1989. Balance no es bonita y el movimiento de los personajes carece de la habilidad artística y el pulido de algunos de los más experimentados profesionales del medio (los directores aun eran estudiantes), lo que brilla aquí es la idea y la ejecución. La física del equilibrio es suficientemente realista, y las acciones clave de los personajes están imbuidas de una finalidad contundente. El entorno sobrio y la austeridad de los personajes sirven para analizar la profundidad del alma humana. El pequeño mundo de estos hombres grises se mantiene en equilibrio mientras todos colaboran, y la actuación de cada uno se verá respaldada por la de algún otro. El problema surge cuando un nuevo elemento aparece en escena, ahí aparece lo peor de cada uno: la avaricia y el egoísmo, que llevan a que ese mundo que
“Es posible vivir el propósito de vida en la Tierra”. (Inmaculada Izquierdo)