En el año 2009, publicaba una entrada que llevaba el mismo título que la poesía de Kahlil Gibran "Tus hijos no son tus hijos" , en ella se hablaba del tipo de educación que se da a los niños y de una serie de factores que pueden influir en el futuro de los más pequeños. Hoy también vamos a dedicarla a los niños, pero más que a los niños, a los padres. Porque son los padres los que leen los cuentos a los más pequeños, y esos cuentos, son los que calan en nuestros hijos. Siempre he pensado que los niños son puros, su alma es pura y viene a evolucionar. Los padres simplemente guían, porque el alma de un niño ya sabe a lo que viene. Sabe que aspectos kármicos viene a solucionar. Forzar a un niño a una dirección, inculcar los deseos de los padres, educarle para competir, a lo único que conduce, es a que tarde más años en encontrar lo que ha venido a experimentar para la evolución de su alma. Toda educación hacia el exterior tiene un camino de vuelta obligado. Por
“Es posible vivir el propósito de vida en la Tierra”. (Inmaculada Izquierdo)