Un poco de lectura: Los tiempos se aceleran. Las estructuras externas e internas sienten el cimbronazo. La realidad se resquebraja. Se huele la necesidad de auxilio. Millones de almas están sedientas de una mano sincera que las ayude a trascender el desconcierto. Hay quienes especulan y explotan esa necesidad de guía, lo cual sume a muchísimos peregrinos en una angustia aún mayor. Asistimos a un período de caos. Somos protagonistas de una gran transformación. No bajes los brazos, amigo. Hoy vengo a tu encuentro para que charlemos, de corazón a corazón. En un libro anterior, que denominé “La Búsqueda”, te revelé parte de mi proceso de transformación. En aquella oportunidad la intuición me susurró al oído que había llegado el momento de conectar con mi esencia, porque estaba cobrando vida una nueva dimensión. Sobre eso, y otros temas me gustaría que hablemos. Mis palabras no son las de un iluminado, simplemente me mueve la compasión. No puedo seguir andando si sé ...
“Es posible vivir el propósito de vida en la Tierra”. (Inmaculada Izquierdo)